Por qué nos bloqueamos mentalmente – Mario Alonso Puig

¿Cómo reacciona la mente humana ante una situación adversa o de incertidumbre?
¿Cómo podemos evitar que nuestra reacción ante la incertidumbre nos bloquee, nos deteriore y nos destruya?
¿Podemos transformar una situación adversa en una oportunidad? ¿Estamos preparados para ello?

¿Cómo reacciona la mente humana ante una situación adversa o de incertidumbre?

¿Podemos evitar que nuestra reacción ante la incertidumbre nos bloquee y nos afecte negativamente?

¿Podemos transformar una situación adversa en una oportunidad? ¿Estamos preparados para ello?

En esta charla, el Dr. Mario Alonso Puig, famoso cirujano y gran comunicador que ha dedicado gran parte de su vida a investigar cómo desplegar el potencial humano, responde a éstas y otras preguntas.

Nos enseña, con el rigor científico propio de su profesión y al que nos tiene acostumbrados a los que le seguimos, las distintas formas en las que nuestro cerebro reacciona ante una situación adversa o de incertidumbre, así como por qué se producen los bloqueos mentales que tanto daño, tanto psicológico como fisiológico, nos hacen.

Con metáforas fáciles de comprender nos acerca los últimos descubrimientos de la ciencia en cuanto al funcionamiento de nuestro cerebro y nuestro sistema nervioso, abriendo puertas a la esperanza para aquellas personas que se encuentran mentalmente bloqueadas debido a la situación adversa en la que se hallan.

Existe una base científica sólida para que realmente creamos en nosotros y en nuestro potencial para convertir problemas insolubles en desafíos.

Mario Alonso Puich

Nuestro evolucionado cerebro está biológicamente preparado para adaptarse a la incertidumbre y permitirnos sobrevivir en condiciones muy adversas, y prueba de ello es que somos una de las pocas especies del planeta de la que existen residuos fósiles y aún existimos.

Cuando nos adentramos en un entorno desconocido, es decir, salimos de nuestra zona de confort, nuestro cerebro segrega sustancias (como la dopamina, por ejemplo) que hacen que aumenten nuestro espíritu explorador, nuestra capacidad de atención, nuestra capacidad de aprendizaje y nuestra creatividad; ésta es la forma en la que, a lo largo de nuestra historia, hemos logrado adaptarnos a cualquier entorno, por hostil que fuese, y sobreponernos a las circunstancias, por críticas que fueran, para sobrevivir como especie.

Nuestro cerebro tiene además la capacidad de autoregenerarse convirtiendo células madre en nuevas neuronas según nuestras nuevas necesidades (mediante procesos como la neurogénesis y la neuroplasticidad), permitiéndonos así una aún mejor adaptación a las circunstancias a las que nos estemos enfrentando.

Bien, todo esto es maravilloso y genial, pero entonces…
¿por qué nos bloqueamos ante situaciones difíciles?

La respuesta a esta pregunta no está en este increíble mecanismo de adaptación del que disponemos los seres humanos, sino en otro igualmente importante y vital: nuestro mecanismo de supervivencia.

Nuestro mecanismo de supervivencia, el otro sistema que ha permitido a nuestra especie sobrevivir hasta nuestros días, está gobernado por nuestros cerebros límbico y reptiliano, encargados de gestionar nuestras emociones y nuestro instinto.

Estructura del cerebro humano: neocórtex, cerebro límbico y cerebro reptiliano o amígdala
Estructura del cerebro humano: neocórtex, cerebro límbico y cerebro reptiliano o amígdala

Cuando estamos ante una amenaza real (frente a un depredador, en mitad de un incendio o en cualquier situación crítica ante la cual necesitamos reaccionar de inmediato porque nuestra vida está en peligro), en cuestión de milésimas de segundos nuestro neocórtex «deja de funcionar» y toma el control el sistema límbico y posteriormente el cerebro reptiliano (la amígdala), el cual deja de enviar sangre a todas aquellas partes de nuestro organismo que en ese momento no nos van a ser necesarias (al resto del cerebro, que a pesar de su reducido tamaño consume el 25% de nuestro flujo sanguíneo, al aparato digestivo, al aparato reproductor y a todos aquéllos órganos que en ese momento no vamos a necesitar) para concentrarla donde la necesitamos (nuestros músculos) y permitirnos reaccionar de la mejor forma posible ante la situación de emergencia: defendernos, huir o paralizarnos para poder pasar desapercibidos.

Como vemos, esto es fantástico también, ya que nos ayuda y nos ha ayudado desde siempre a sobreponernos a las situaciones críticas a las que nos enfrentamos, pero…

¿Qué tiene que ver todo esto con el bloqueo mental?

Pues aquí está el quid de la cuestión: se sabe que nuestro sistema de supervivencia no sólo se activa ante la presencia de un peligro real, sino que también lo hace ante la «presencia» o «aparición» en nuestra mente de «peligros imaginarios».

Cuando empezamos a «sentirnos amenazados» por la situación que estamos viviendo, lo cual ocurre con tanta frecuencia que en muchos de nosotros es casi nuestra situación cotidiana: un futuro que percibimos como incierto, la sensación de pérdida de control sobre nuestro entorno y por ende sobre nuestras vidas, el sentimiento de frustración por no lograr cumplir los objetivos que nos hemos creído que la vida (la sociedad, los demás, nuestro entorno cercano) demanda de nosotros, el sentimiento de fracaso por no cumplir las expectativas que «creemos» que otros depositaron en nosotros, o incluso una simple falta de perspectiva, solemos mantener un diálogo interno que nos hace vivir en continuo pánico inconscientemente, presas de un miedo irracional y auto-infundado que acabará haciendo que vivamos en tensión continua, gobernados por nuestra amígdala (nuestro sistema de supervivencia) en lugar de por nuestro cerebro racional, lo que afecta enormemente de forma negativa a la química de nuestro cuerpo, ya que vivimos con nuestro sistema nervioso simpático continuamente activo (el cual sólo debería activarse para ayudarnos cuando estamos en un estado de alarma real, pero «llegamos a creernos que estamos en estado de alarma continuo y real») y empezamos a producir hormonas como la adrenalina, noradrenalina y cortisol, muy útiles «puntualmente» para sobrevivir en la selva o entornos similares, pero innecesarias para las situaciones a las que tenemos que hacer frente «normalmente» en nuestro día a día actual.

Es entonces cuando aparece el bloqueo mental en el que muchas veces nos encontramos inmersos sin darnos cuenta, sin ser conscientes de ello, el cual nos impide pensar con claridad, ser efectivos, eficientes, resolutivos, creativos, e incluso ser capaces de atender correctamente nuestras emociones, lo que nos conduce a vivir en un estado de ánimo de continua infelicidad, frustración, amargura y demás sentimientos indeseables.

Esta situación mantenida en el tiempo, hace que además empiecen a aparecer problemas digestivos y otros muchos trastornos y enfermedades (biológicas y reales) en todos aquéllos órganos de nuestro cuerpo que están siendo bloqueados innecesariamente por nuestro propio sistema nervioso simpático durante tanto tiempo.

La buena noticia es que, siendo conocedores de todo esto, nuestra capacidad para cambiarlo radica simplemente en tomar consciencia de que no somos lo que pensamos sino quienes lo pensamos, y por tanto somos capaces de observar nuestros pensamientos, cambiarlos, dejar de sentir lo que sentimos, dejar de permanecer continuamente en ese estado de alarma innecesario y empezar a vivir nuestras vidas de una forma más sana, sosegada y pacífica con nosotros mismos, es decir, empezar a ser más felices.

«A veces vivimos en una especie de cárcel sin saber que hay otra posibilidad

Mario Alonso Puich

Dice la canción de Rayden que «las mejores cárceles no tienen vallas» y creo que es una gran verdad: no hay peor limitación que la que normalmente nos autoimponemos a diario, presos y presas de nuestro propio sistema de pensamientos basado en creencias erróneas que algún día hicimos nuestras.

El ser humano libre no es aquél que actúa de acuerdo a sus emociones, sino aquél que decide actuar como él a elegido, independientemente de cómo se sienta.

Mario Alonso Puich

Para acabar, el Dr. nos ofrece algunos consejos fundamentales para lograr salir del bloqueo mental:

1. Hacer ejercicio físico. El ejercicio físico no sólo sirve para mejorar nuestro aspecto físico, sino que es una absoluta necesidad para nuestra salud tanto biológica como mental, ya que existe una conexión directa entre la práctica de ejercicio físico y el estado emocional de una persona, debida fundamentalmente a la liberación de oxitocina, una hormona que «desconecta» nuestra amígdala, lo que nos permite pensar con mayor claridad y sentirnos mejor. 

2. Dejar de enfocarse en el problema y enfocarse en la oportunidad, porque «lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo muestra». Si dejamos de gastar inútilmente nuestra energía en preguntarnos «¿por qué a mi?» y empezamos a centrarnos en buscar soluciones, dejaremos de «tener razón» y empezaremos a «tener resultados».

2. Pedir ayuda a nuestros seres queridos cuando estemos necesitados de algo. Siempre tenemos a nuestro alrededor a alguien dispuesto a ayudarnos de verdad, y cuando dos personas se encuentran emocionalmente y deciden ayudarse, compartir destino, como por arte de magia se produce un cambio químico en la sangre que propicia que seamos mejor terreno para que crezcan en nosotros las semillas de la salud (mental y biológica) y, como consecuencia, de la abundancia.

¿Te gustó el vídeo? Si es así, no te lo quedes, puedes compartirlo y además dejarme tus comentarios. ¡Gracias!

¿Qué piensas?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

EL PROYECTO

¿Qué quieres ser: turista o marinero?

Internet está lleno de contenidos de todo tipo, también sobre crecimiento y desarrollo personal. Hay tanto que a veces cuesta bastante encontrar contenido verdaderamente valioso. 

Gente Normal y Consciente pretende ser un lugar de referencia para ello, apoyándose en una comunidad de personas interesadas en el desarrollo personal que va creciendo poco a poco, para compartir en este sitio web los contenidos de valor que vayan  aportado todos y cada uno de sus miembros.

Bienvenido a nuestro barco, si te gusta y decides navegar con nosotros, puedes hacerlo bien como simple turista o bien como marinero: aportando tu granito de arena, tú decides…

LA COMUNIDAD

Si te interesa el crecimiento y desarrollo personal, súmate a nuestra comunidad.

Somos Gente Normal y Consciente a la que nos gusta compartir lo que aprendemos para crecer, mejorar, avanzar, superarnos cada día  y vivir una vida más plena.

ACTIVIDADES

SECCIONES