En las últimas décadas estamos asistiendo al mayor aumento de la depresión y la ansiedad que hemos conocido nunca, sobre todo en la sociedad occidental.
Como la mayoría ya sabemos, estas dos «enfermedades» han sido tradicionalmente consideradas por nuestros psiquiatras y profesionales de la salud mental como un desequilibro químico en el cerebro, tratándolas principalmente a nivel puramente sintomático.
Tras haber hecho un largo viaje de más de 65.000 kilómetros para preguntar a expertos de todo el mundo acerca de las causas de la depresión y la ansiedad, Johann Hari nos explica en esta interesante charla que hasta ahora tenemos evidencia científica de hasta nueve causas diferentes para estas dos enfermedades o trastornos.
Dos de estas causas son puramente biológicas, es decir, se generan en nuestro organismo: la genética puede hacernos más sensibles a estos problemas y/o pueden ocurrir cambios químicos cerebrales que hagan que nos deprimamos. Sin embargo, los demás factores que causan la depresión y la ansiedad no son biológicos: están asociados a cómo vivimos.
Es obvio que todos tenemos necesidades biológicas naturales que satisfacer: respirar, comer, beber, un techo donde cobijarnos… pero quizás no nos resulte tan obvio que igualmente tenemos necesidades psicológicas naturales que satisfacer: sentimiento de pertenencia, ser valorados, perspectiva de futuro, una vida con propósito… y en esta cultura que hemos desarrollado en occidente cada vez descuidamos más todas éstas o ni siquiera les prestamos atención: a pesar de que tenemos más formas que nunca para comunicarnos, cada vez nos sentimos más solos, tenemos trabajos que no queremos o incluso odiamos, no hacemos ejercicio físico, hemos perdido el contacto con la naturaleza…
Si estás deprimido o ansioso, no eres débil, no estás loco, no eres una máquina con piezas rotas: tan sólo eres un ser humano con necesidades insatisfechas.
Johann Hari
Tener cerca en esos momentos a otros seres humanos que te digan «estamos aquí para ayudarte, y juntos vamos a descubrir y solucionar este problema» es lo que toda persona deprimida necesita y lo que cada persona deprimida merece. Pero esto normalmente no ocurre porque nos hemos convertido en la sociedad más solitaria de la historia de la humanidad.
Tratemos de responder a las siguientes preguntas: ¿Por qué existimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué vivimos? Una de las razones es porque nuestros antepasados eran mejores que la mayoría de las especies aglutinándose en grupos y cooperando, ya que sólo de esta forma podían cazar animales más grandes y más rápidos que ellos y sobrevivir.
Igualmente que las abejas evolucionaron para vivir en colmenas, los humanos lo hicimos para vivir en tribus, y somos los primeros humanos que hemos desmantelado nuestras tribus.
Existen muchas evidencias de que las personas que se sienten parte de una tribu, de un grupo de personas que se preocupan entre sí de resolver en grupo los problemas de cada uno, tienen menos problemas de depresión y ansiedad.
En nuestra cultura, cuando las personas se sienten deprimidas, tendemos a decirle: «sólo necesitas ser tú mismo, sé tu mismo». Quizás deberíamos decirles: «NO seas tú mismo, seamos nosotros».
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Si te cuesta seguirlo en inglés o seguir los subtítulos en español, no te preocupes, aquí te dejo la transcripción completa del discurso: